¿TIENES ESTRÉS CRÓNICO?

No es fácil saber si tenemos estrés crónico y cuales son sus efectos e intensidad. Nos duele la cabeza y pensamos que padecer cefalea tensional es normal. Tenemos el cuello tenso y creemos que la cervicalgia debido a las horas de trabajo ante el ordenador son lo habitual. El sueño es cada vez más ligero y quizá lo atribuimos a la edad. Sentimos que apretamos los dientes y nos dicen que el bruxismo es muy común. Quizá las digestiones ya no son como antes, ahora son más pesadas y tenemos problemas con el tránsito intestinal…Difícilmente se nos ocurre relacionar todos estos síntomas con una causa común.

Todos estos síntomas y otros muchos, pueden aparecer cuando una persona está sometida durante cierto tiempo a altos niveles de estrés y ansiedad. Es lo que denominamos estrés crónico.

Según los avances científicos actuales, sabemos que la salud del as personas es el resultado de un proceso global en el que interaccionan multitud de factores físicos, emocionales, sociales y psicológicos. La Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés, plantea una serie de consejos para la gestión de la ansiedad y el estrés. Consejos que intentan prevenir la cronificación de los síntomas y que nuestra salud no llegue a un estado de estrés crónico más profundo y general.

Sabemos que estos síntomas son muy variados y se relacionan con una alteración de nuestro sistema nervioso autónomo. Aunque no se pueden predecir en cada persona los síntomas que aparecerán con el paso del tiempo, sabemos que este sistema nervioso autónomo funciona más rápido y esto provoca dificultades en la digestión, y pueden aparecer problemas intestinales. Insomnio, dificultad en la atención y concentración. También sucede que el cuerpo tiene que regenerar células, pero no puede hacerlo de manera satisfactoria porque está siempre en estado de alerta y surgen así, tensiones musculares y problemas cutáneos que derivan en eccemas en la piel. Comienzan a producirse cambios en la postura, dolor cráneo-mandibular, o bien cefaleas tensionales en la cabeza, asociados a mareos y sensación de inestabilidad. Todos estos síntomas pueden acabar instaurando un dolor crónico, que requerirá un abordaje global de los síntomas y de las causas del problema.

LAS SOLUCIONES AL ESTRÉS CRÓNICO

La cronificación del estrés mantiene activa una parte del sistema nervioso que va desgastando el cuerpo. Algunos hábitos saludables pueden ayudar a cambiar esta situación: mejorar la alimentación, garantizar un descanso nocturno de entre siete y ocho horas, y la práctica de ejercicio físico. La actividad física es una de las soluciones para prevenir este problema de salud, según afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Los estudios actuales demuestran que las terapias de salud educativas con consejos prácticos para enfrentarse a la ansiedad o el estrés, promueven cambios conductuales que son más efectivos y ayudan más a los enfermos que prescribir solo pastillas de psicofármacos.

La Fisioterapia para el dolor crónico se ha mostrado eficaz para mejorar los síntomas del estrés crónico. Mejora la percepción del dolor, disminuye las tensiones muscularse y reequilibra el sistema nervioso autónomo, permitiendo disminuir su “velocidad” y facilitando el descanso y la regeneración celular.

La práctica de la Reeducación postural personalizada, permite el reequilibrio de las cadenas musculares y articulares, tiene repercusiones muy positivas en planos funcionales. Mejorando los sistemas circulatorios, respiratorio, digestivo, facilitando el equilibrio entre sistemas simpático y parasimpático e indirectamente puede incidir positivamente en aspectos psico-comportamentales gracias al cambio postural que con el paso del tiempo se consigue.