Dolor lumbar

La lumbalgia se relaciona, entre otros factores, con las actividades que provocan sobrecarga y con las posturas inadecuadas en la vida cotidiana y laboral. El sedentarismo y el exceso de horas sentado son un factor agravante pues inhiben la activación de los músculos posturales.

Los desequilibrios posturales de la columna vertebral como la presencia de hiperlordosis o rectificación lumbar, pueden predisponer, en conjunción con otros factores de riesgo, a padecer dolor lumbar.

El exceso de tensión de los músculos de la cadena muscular posterior y de músculos profundos del abdomen como el Psoas y el diafragma, colaboran en la perdida de la movilidad funcional lumbar y en la aparición de inestabilidad vertebral especialmente en los niveles L5-S1 y L5-L4. Los músculos abdominales son insuficientes para ajustar el desequilibrio postural. Son víctimas de un desequilibrio global.

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Síntomas

Cuando nos referimos a la lumbalgia o lumbago inespecífico, estamos descartando, en principio, otra lesiones más importantes como la hernia discal. En el dolor lumbar inespecífico, sin afectación del nervio, los síntomas se centran en la zona baja de la espalda pudiendo llegar hasta los glúteos, pero no existe irradiación hacia la pierna, y nunca por debajo de la rodilla.

Realizaremos un diagnóstico diferencial del dolor lumbar que nos permita acertar el tratamiento.

Tratamiento

La primera fase del tratamiento mejora el dolor, en función de su origen, localización, intensidad y frecuencia. Se persigue una estabilización de las articulaciones inestable que facilite disminuir la irritación sobre el nervio.

Las técnicas de manuales alivian los dolores musculares y liberan las restricciones miofasciales. Las manos del fisioterapeuta experto calman muchos dolores pues saben dónde, cuándo y cómo tocar. Los estiramientos suaves disminuyen las tensiones y devuelven la libertad al músculo.

En una segunda fase se activan los músculos posturales atrofiados, de la espalda y del abdomen, de manera personalizada y progresiva, se integran secuencias de movimientos funcionales, recuperando las actividades cotidianas, laborales y deportivas.

Dolor lumbar

Causas

La lumbalgia se relaciona, entre otros factores, con las actividades que provocan sobrecarga y con las posturas inadecuadas en la vida cotidiana y laboral. El sedentarismo y el exceso de horas sentado son un factor agravante pues inhiben la activación de los músculos posturales.

Los desequilibrios posturales de la columna vertebral como la presencia de hiperlordosis o rectificación lumbar, pueden predisponer en conjunción con otros factores de riesgo, a padecer dolor lumbar.

El exceso de tensión de los músculos de la cadena muscular posterior y de músculos profundos del abdomen como el Psoas y el diafragma, colaboran en la perdida de la movilidad funcional lumbar y en la aparición de inestabilidad vertebral especialmente en los niveles L5-S1 y L5-L4. Los músculos abdominales son insuficientes para ajustar el desequilibrio postural. Son víctimas de un desequilibrio global.

Síntomas

Cuando nos referimos a la lumbalgia o lumbago inespecífico, estamos descartando, en principio, otra lesiones más importantes como la hernia discal. En el dolor lumbar inespecífico, sin afectación del nervio, los síntomas se centran en la zona baja de la espalda pudiendo llegar hasta los glúteos, pero no existe irradiación hacia la pierna, y nunca por debajo de la rodilla.

Realizaremos un diagnóstico diferencial del dolor lumbar que nos permita acertar el tratamiento.

Tratamiento

La primera fase del tratamiento mejora el dolor, en función de su origen, localización, intensidad y frecuencia. Se persigue una estabilización de las articulaciones inestable que facilite disminuir la irritación sobre el nervio.

Las técnicas de manuales alivian los dolores musculares y liberan las restricciones miofasciales. Las manos del fisioterapeuta experto calman muchos dolores pues saben dónde, cuándo y cómo tocar. Los estiramientos suaves disminuyen las tensiones y devuelven la libertad al músculo.

En una segunda fase se activan los músculos posturales atrofiados, de la espalda y del abdomen, de manera personalizada y progresiva, se integran secuencias de movimientos funcionales, recuperando las actividades cotidianas, laborales y deportivas.

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