Estrés y dolor crónico

El dolor crónico o síndrome doloroso crónico, es un conjunto de manifestaciones físicas, psíquicas y del comportamiento, de larga duración. La persona siente un malestar continuo, de intensidad variable y de localización poco específica.

Causas

El dolor crónico puede estar relacionado con una lesión, con el daño corporal; pero no siempre es así. Podemos sentir dolor sin lesión. Esto se explica por la sensibilización del sistema nervioso. Puede haber personas más predispuestas a padecer este problema por diversos factores físicos o de personalidad, es su “terreno de base predisponente”. Suele existir causas “desencadenantes”, frecuentemente ligadas a episodios de estrés emocional intensos, que inician los síntomas. Con el paso del tiempo, el dolor, fatiga y pérdida de función, pueden perpetuarse o agravarse debido a la ansiedad, la hipervigilancia y el catastrofismo.

Los dolores crónicos más frecuentes se dan en la región de cabeza y mandíbula y en la espalda. Pero puede afectar a cualquier parte del cuerpo, especialmente si ha existido alguna afectación de un nervio periférico. En este caso la sensibilización puede instalarse de manera más rápida.

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El estrés

Se dice que una persona se encuentra sometida a estrés cuando la dosis de factores estresores acumulada supera su umbral óptimo de adaptación y el organismo manifiesta señales de agotamiento.

El estrés crónico se relaciona con niveles altos de adrenalina, cortisol e inflamación de las células gliales del sistema nervioso, favoreciendo la sensibilización que provoca un aumento de la percepción del dolor.

También tratamientos como la quimioterapia, la exposición a agentes tóxicos, y dietas muy ricas en grasas y proinflamatorios, pueden activar las células gliales y provocar sensibilización.

Diagnóstico

Debemos conocer los antecedentes patológicos y el terreno de base del paciente. Las posibles causas desencadenantes, y los factores agravantes del dolor. Realizaremos un DIAGNÓSTICO CLÍNICO DIFERENCIAL entre dolor nociceptivo, neuropático o por sensibilización. El acierto en el diagnóstico será clave en el éxito del tratamiento.

Estrés y dolor crónico

El dolor crónico o síndrome doloroso crónico, es un conjunto de manifestaciones físicas, psíquicas y del comportamiento, de larga duración. La persona siente un malestar continuo, de intensidad variable y de localización poco específica.

Causas

El dolor crónico puede estar relacionado con una lesión, con el daño corporal; pero no siempre es así. Podemos sentir dolor sin lesión. Esto se explica por la sensibilización del sistema nervioso. Puede haber personas más predispuestas a padecer este problema por diversos factores físicos o de personalidad, es su “terreno de base predisponente”. Suele existir causas “desencadenantes”, frecuentemente ligadas a episodios de estrés emocional intensos, que inician los síntomas. Con el paso del tiempo, el dolor, fatiga y pérdida de función, pueden perpetuarse o agravarse debido a la ansiedad, la hipervigilancia y el catastrofismo.

Los dolores crónicos más frecuentes se dan en la región de cabeza y mandíbula y en la espalda. Pero puede afectar a cualquier parte del cuerpo, especialmente si ha existido alguna afectación de un nervio periférico. En este caso la sensibilización puede instalarse de manera más rápida.

El estrés

Se dice que una persona se encuentra sometida a estrés cuando la dosis de factores estresores acumulada supera su umbral óptimo de adaptación y el organismo manifiesta señales de agotamiento.

El estrés crónico se relaciona con niveles altos de adrenalina, cortisol e inflamación de las células gliales del sistema nervioso, favoreciendo la sensibilización que provoca un aumento de la percepción del dolor.

También tratamientos como la quimioterapia, la exposición a agentes tóxicos, y dietas muy ricas en grasas y proinflamatorios, pueden activar las células gliales y provocar sensibilización.

Diagnóstico

Debemos conocer los antecedentes patológicos y el terreno de base del paciente. Las posibles causas desencadenantes, y los factores agravantes del dolor. Realizaremos un DIAGNÓSTICO CLÍNICO DIFERENCIAL entre dolor nociceptivo, neuropático o por sensibilización. El acierto en el diagnóstico será clave en el éxito del tratamiento.

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